Page 337 - Antologia_2017
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SANTIAGO MAZA STERN
Obrero: ¿A poco hasta acá se te perdió?
Sebastián: Algo así.
Obrero: Pásame aquel.
Sebastián recoge una herramienta y se la pasa.
Obrero: (Cont’d.) Gracias.
Aprieta el tripié.
Sebastián: ¿Aquí trabajas?
Obrero: ¿Me creerás que sí? En un país tan
grande cómo este, hay trabajo en cualquier
rincón.
Sebastián goza la meticulosidad con la que trabaja el obrero.
Sebastián: ¿De casualidad no escuchaste
un choque esta mañana?
El obrero se frena por un segundo.
Obrero: No. Fíjate que ya estoy medio sor-
do por la chamba. ¿Quién chocó?
Sebastián: Yo.
El obrero lo inspecciona de pies a cabeza. Sebastián se cruza de
brazos para disimular la botella de plástico con ceniza.
Obrero: Estuvo bueno el susto, ¿verdad?
Sebastián asiente. Hay un silencio largo.
Obrero: (Cont’d.) No te agüites güero. Lo
importante es que ahorita estás aquí.
El obrero señala al puente que está cargado de dinamita.
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