Page 173 - Antologia Jóvenes Creadores Primer Periodo 2014-2015
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manuel de j. jiménez
fornia. Nací cuando mi padre tenía 33 años y mi madre 25. Nací con
un crepúsculo agrietado, en el iris de las estrellas, secreto. Nací
en la solución, en la operación, en el número primo. Nací con pen-
tagramas en los dedos, con anestesia y sinestesia. Hay un síndrome
que me afecta o mejor: un síndrome que infecta las palabras que
digo y las abrillanta con una balanza de color. Veo un número, una
letra, experimento calor: escalofríos. Experimento respuestas vi-
suales y emocionales frente a las cifras. Siento las formas puntia-
gudas, circulares; las superficies rugosas, estriadas y lisas como
cuando nací y calculé el alegre perímetro del reloj en la pared. Mi
madre lloraba. Aún lo recuerdo como todas las fechas de mi vida.
Recuerdo exactamente el desayuno de cereal y almendras junto a
las 8.45 onzas de jugo de naranja. Recuerdo la espuma de cada
conversación, el eclipse total del 29 de noviembre de 1993, la llu-
via del 18 de junio de 1988 y las estadísticas de las copas mundiales
de soccer. Porque al igual que un poeta elige sus palabras, algunas
combinaciones numéricas son más hermosas que otras: hay núme-
ros oscuros como el 8; secuencias esplendorosas como el 189; hay
también números de guerra, números agónicos y cantidades poro-
sas o ligeras como las plumas. Yo nací en el marco de una fotogra-
fía, en una isla digital, con respiraciones sexagesimales. Recuerdo
todas las fechas de mi vida. El 25 de diciembre de 1989, por ejem-
plo, cuando mi abuelo habló del rey Nezahualcóyotl y los colores
que ondulaban en su penacho como una bandera. Imaginar el plu-
maje en la cabeza del rey: una colmena de cifras imaginarias y
secuencias repetidas en el ojo del uróboros. Allí lo aprecio nueva-
mente: el cosmos ya no es binario y nazco en el jade, en las 400
voces de los pájaros, en los acueductos. Las aguas subterráneas que
erosionan un poema hasta que se acaba y nace el 0 como el huevo
de otra naturaleza. Toco a diario su textura y gracias a ella sueño.
Yo, que nací bajo el astro de la epilepsia, escribo un libro de poesía
con la sombra de los números y las letras.
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