Page 113 - Antologia Jóvenes Creadores Primer Periodo 2014-2015
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Un grupo de ciegos guiados
del hombro por otro ciego
Es sumamente difícil pretender convertirse en tutor de un grupo de
jóvenes artistas. Cada asentimiento a alguna idea que le pueda brin
dar el maestro hace que se pierda, quizá, una centena de opciones
mucho más creativas que la propuesta sugerida, y lo mismo puede
ocurrir en el sentido opuesto: en cada negación pueden estar conte
nidas muchas razones que impedirían dar el gran golpe creativo.
Estoy convencido de que un artista sólo puede hacerse a sí mismo,
aunq ue no creo que “hacerse” sea el término adecuado, sino quizá
descubrirse a sí mismo sea una definición más propia.
Es muy complicado que un artista logre observarse, con la pers
pectiva y rigor necesarios, desde el trabajo en soledad. Creo sólo
en los artistas de nacimiento, por decirlo de algún modo. Ellos son
seres que terminarán haciendo la obra que deben crear, a pesar de
cualquier circunstancia. Por supuesto que también estoy convencido
de la importancia que tiene brindar un lugar apropiado para que los
creadores logren escuchar lo que otro pueda decirles de su obra. Y
no es con el afán de corrección, o de mostrar lo mal o lo bien hecho
que pueda estar determinado trabajo, sino para que ese autor pueda
reconocerse a partir del juego puesto en marcha desde la concerta-
ción de una serie de oídos ajenos. En estos términos puedo resumir
mi trabajo de tutoría: como una reunión de mentes y talentos atentos
a determinado texto. Esta acción, que para algunos puede resultar
muy simple, es una de las más difíciles de lograr. En el mundo co
tidiano todo está en contra para que esto suceda. Desde la elección
de los oídos hasta la creación de un lugar que brinde la sensación de
estar fuera del tiempo y del espacio. Y eso tan difícil es lo que hemos
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