Page 117 - Antologia Jóvenes Creadores Primer Periodo 2014-2015
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Brenda Lozano
Silvestre
Capítulo 4
Felisberto, el campesino dueño del campo donde nació el volcán,
por la tarde araba su parcela con dos bueyes cuando escuchó un
estruendo bajo la tierra. Pensó que era un terremoto como el que
había sacudido al pueblo unas semanas atrás, uno que llenó de tierra
los tejados. Felisberto araba, pensaba que tendría que volver a quitar
la tierra del tejado con una escoba cuando escuchó una explosión, los
bueyes se asustaron y de pronto salió un hilo de humo negro entre
el suelo. Fue a su casa a contarle a su esposa, ella fue de inmediato
a contarle al padre que supervisaba la construcción de la iglesia que
uniría los tres poblados. Felisberto caminó, dio vueltas por su terre-
no mientras caía la noche. Su esposa llegó con el padre del pueblo,
los tres observaron, examinaron a la luz de las velas el sitio donde
había salido el humo negro, pero no había nada. Sin embargo, de la
tierra provenía un olor extraño. El padre, al percibir ese olor cerró
los ojos y comenzó a rezar.
Esa noche Felisberto no pudo dormir, su mujer se despertó va-
rias veces. Felisberto tomó cinco vasos de agua, de sorbo en sorbo,
cada tanto, esa madrugada. Le dejó un vaso de agua a su mujer, que
amaneció intacto al lado del quinqué en la mesita que tenían junto
a la cama. Logró dormir poco y lo poco que durmió se mezcló con
los ruidos que nunca supo si eran parte de su sueño o eran verdad.
Por la mañana, al abrir la puerta de su casa vio un pequeño cerro ne
gro en su terreno. El cerro negro era del tamaño de una parroquia y
tenía un hoyo en la punta. Cuando volvió con su esposa para mos-
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