Page 81 - Antologia Jóvenes Creadores Primer Periodo 2014-2015
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giorgio lavezzaro
cristalizó el encuentro o desencuentro con otros para siempre y,
aun así, es posible decidir qué hacer con esa marca.
arrugarse
De todos los pliegues que puedan formarse en la piel, sólo los del
rostro revelan algo de la emotividad de quien los porta. Las líneas
de la frente o las mejillas o los labios delatan la frecuencia de los
gestos. Son las únicas que revelan las emociones, pues sólo en el
rostro dejan rastro de su persistencia. Son marcas del tiempo.
Una amiga japonesa me dijo, cuando la conocí, que buscaba a
hombres con arrugas en la línea de los ojos. Mi gesto de incom-
prensión hizo que ella explicara su búsqueda: eran marcas que de-
notaban que la persona reía mucho.
Recuerdo que una vez en el metro vi a una chica de no más de
veinte años con las líneas de los ojos invadidas de pliegues. Prác-
ticamente todo el camino fue sonriendo ampliamente o riendo con
ganas. Eran tan marcadas las líneas que me hizo dirigir mi atención
hacia el resto de los pasajeros. Casi ninguno, viejo ni joven, porta-
ba arrugas en los ojos. Pensé que era una mujer afortunada porque
llevaba huellas palpables de su felicidad en el mundo.
Buscar en Internet “arrugas” implica encontrar todos los reme-
dios industriales o caseros para eliminar las marcas de expresión.
Hace no mucho veía un video en el que se hacía referencia a plie-
gues que nacen del borde de los ojos —cuna de la felicidad y la
tristeza. En éste se decía que eran castigos por ser feliz. Como si
no pudiese verse otra cosa que oprobio en esos surcos, o como si no
se quisiera reconocer la inevitable finitud al palpar las hendiduras
del tiempo y por ello se pensaran como señales punibles.
Miro en la resistencia a las arrugas el mismo rechazo de las
marcas y las cicatrices. Supongo que se emparentan lo nuevo con
lo eterno aunque sean opuestos por antonomasia. Parece que se
quisiera permanecer por siempre sin los estragos de la duración:
muñecos de cera.
Soy bastante joven pero empiezo a notar algunas líneas que se
volverán arrugas. No aspiro a la condición de la parafina intocada.
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