Page 17 - Antologia FONCA 2017_sp

CUENTO

desde que tengo este nuevo trabajo, la gente sólo me habla
para pedirme cosas, ¿sabes? Supongo que me he acostumbra-
do a desconfiar de todos. (Pausa. Ríe.) Olvidaba que tú…
Finn: Estoy enterado. Esther me lo dijo. (Sonríe.) Concejal del
ayuntamiento, eh, ¿quién lo diría? Siempre pensé que termi-
narías encargándote del negocio de tu padre.
Sam: Lo hice por un tiempo cuando él murió; Mary lo adminis-
tra ahora. Nunca falta trabajo para las funerarias. (Eleva la
mirada por un segundo, divertido.) ¿Recuerdas cuánto nos
gustaba meternos en los ataúdes y quedarnos ahí la tarde
entera, charlando? Qué bobería. (Ríe.) Éramos buenos chi-
cos, Finn. (Pausa.) ¿Te estás quedando con ella, con Esther?
Finn: No, por Dios, no… Es una buena mujer, mi hermana. Tiene
años que no la veo. Aunque cada tanto le hablo, por su cum-
pleaños, en diciembre y esas cosas. No pierde oportunidad de
regañarme un poco: que por qué no consigo un trabajo esta-
ble, o que debiera encontrar una chica linda y sentar cabe-
za… Sigue llamándome Anthony, con lo mucho que sabe que
odio ese nombre. Era el nombre de ese bastardo. (Pausa.) Tu-
viste suerte, Sammy: tu padre era un gran tipo.
Sam: (Asiente y espera un poco.) Veo a Esther constantemente,
por aquí y por allá, tú sabes, es un pueblo pequeño. En el su-
permercado, en la iglesia. Incluso vino a alguno de los even-
tos durante la última campaña.

Silencio.

Finn: ¿Cómo están Mary y los niños?
Sam: (Trata de sonreír.) Bien, muy bien. Grace acaba de cumplir

catorce y Daniel tiene once.
Finn: ¿Tienes alguna foto? (Sam saca su billetera y le muestra

algo.) Me fui pocos meses después de tu boda, Mary estaba
embarazada. Son preciosos.

Silencio.

Sam: Entonces… si no te estás quedando con Esther…

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