Page 19 - Antologia FONCA 2017_sp

CUENTO

Finn: No, no, no… (Pausa. Bajando la cabeza un momento.)
¿Acaso tú no piensas en ella todos los días? ¿Te sientes orgu-
lloso de lo que hicimos?

Sam: Por supuesto que no. Jamás podré…
Finn: Destruimos su vida, Sam. Era un estúpido baile de gradua-

ción y al final de la noche su vida estaba destruida.
Sam: Yo…
Finn: (Alzando un poco la voz.) Sin motivo. Sólo por nuestra es-

tupidez.
Sam: (Alterándose.) ¡Pero lo he corregido! Le conseguí un buen

trabajo en Nuevo México por medio de un amigo. Ella no
sabe que fui yo. Dime qué carajo has hecho tú para…
Finn: ¿Ella? Ni siquiera puedes llamarla por su nombre. (Pausa.
En sus ojos que comienzan a hincharse bulle asimismo la
ira.) Jessica. Jessica Bailey. (Ríe con sorna.) ¿Y tú crees que
lo que hicimos puede olvidarse, que hay realmente una mane-
ra de sanar una herida como ésa?
Sam: (Casi en un grito.) ¿Y qué es lo que pretendes que haga en-
tonces, eh? ¿Que volvamos en el tiempo y nunca robemos esa
botella de bourbon de mis padres ni vayamos hasta la costa
del Erie?

Algunas personas voltean a verles por un segundo, extrañados o
molestos por la interrupción, e inmediatamente regresan al tele­
visor o a sus platos.

Finn: (En un susurro, con la mirada vacía.) Arrastramos con no-
sotros a Esther. A mi propia hermana… Una sola acción que
lo corrompe todo, hasta los cimientos… Le convencimos de
acompañarnos sabiendo que así Jessica vendría también.
(Pausa.) Siempre me ha sorprendido la forma en que lo pla-
neamos: sin hablarlo, con puros gestos, pero ambos sabíamos
a la perfección lo que iba a ocurrir. Los dos lo deseábamos
tanto: éramos animales, pensando a una velocidad que desdi-
bujaba el gimnasio del instituto, el auto de tu padre…

Sam: (En voz baja.) Detente.

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