Page 22 - Antologia FONCA 2017_sp

MANUEL DEL CALLEJO

Sam: (Temblando de rabia.) ¡Hazlo entonces! ¡Qué demonios es-
tás esperando!

Finn: Para serte sincero, no me apetece pisar la cárcel, por más
breve que sea la visita. (Sonríe.) No creas que no conozco tus
planes a futuro. (Pausa.) Alcalde Samuel B. Morgan. ¿Te gus-
ta cómo suena? (Con la mano derecha acaricia el mango de
una taza.) Tal vez luego de eso el senado, o la gubernatura de
Ohio.

Sam: (Aparentando serenidad.) Siempre supe, desde que éramos
pequeños, que algún día me traicionarías de esta manera.
Nunca quise ver la rata de apariencia humana que tenía justo
a mi lado. (Bufa.) Era de esperarse: todo en tu vida te condu-
jo a este punto. (Pausa.) Viciado de origen…

Finn: (Acercándose. En un pestañeo toma la mano de Sam.) Am-
bos sabemos que no quieres decir eso.

Sam: (Manteniéndose inmóvil.) Joder…

Finn se incorpora, extrae de un bolsillo del pantalón un par de
billetes arrugados y los arroja por allí.

Finn: Piensa en Mary, en vuestros hijos; estarían devastados…
Sam: (Suelta, finalmente, una carcajada honesta.) ¿De verdad

piensas que Mary no lo sabe? ¿Que no lo ha sabido desde el
principio?
Finn: (Esto lo ha tomado por sorpresa, pero se las ingenia para
recomponer el rostro en un segundo.) Todavía peor. Puedo
imaginar los titulares de todos los diarios del condado, las
frases resaltadas: “la esposa monstruo, capaz de solapar a su
oscuro marido, tan hambrienta de poder como él”; “respetado
miembro de la comunidad revelado como violador”; “el desti-
no de un antiguo mariscal de campo…”
Sam: (Hiperventilando.) Te juro que…
Finn: (Poniendo una mano sobre el hombro del otro.) No quiero
apelar a nuestra amistad: eso ya no existe. Pero existió, era
fuerte. Te quise como a un hermano, Sam… (Lentamente acer­
ca su boca a un palmo de la oreja.) ¿Sabes? Yo también me
recuerdo encima de ese cuerpo, vibrando mientras tú mirabas.

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