Page 89 - Antologia Jóvenes Creadores Primer Periodo 2014-2015
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giorgio lavezzaro
concebir cómo se construye un sueño, por ejemplo, que suponen
una mejor interpretación que el resto—; como si fuera más impor-
tante una manera de leer que otra, o fuese más trascendente una
doctrina de lo único en lugar de la multiplicidad.
No pretendo encontrar la clave última sobre la exégesis de los
sueños. Sólo me interesa reparar en su existencia y las implicacio-
nes que puede tener en la vigilia diurna —lo que sucede en los sue
ños sería vigilia nocturna—, tanto si se atiende al sentido de los
sueños como si se elige ignorarlos. Este segundo destino me parece
el más común —como sociedad y como individuos—, pero me
interesa el material onírico porque su iteración en la vida subje
tiva, tanto como su insistencia por volver, aparecen desfigurados en
nuestras vidas.
Somos también nuestros sueños.
irreconocible
Hay una clase de sueños que ofrecen una pirueta emotiva: placer al
soñarlos y displacer —angustia, miedo, asco— al recordarlos. Son
los que encarnan deseos no reconocidos durante la vigilia, pero que
se manifiestan en cuanto nacen junto con la descarga placentera
que originan en el episodio onírico. Al recordarlos durante el día,
se vuelven ominosos porque no es posible reconocerse a uno mis-
mo materializando tales deseos.
Pero en esta lectura se estaría omitiendo algo esencial de los
sueños: su naturaleza críptica. La angustia o el miedo derivan de
una mirada superficial, de una interpretación lineal del contenido.
Se obvian o se ignoran las posibilidades simbólicas de los elemen-
tos del sueño, porque se sucumbe ante la insistencia por el desco-
nocimiento de uno mismo: es desconcertante pensar que puede no
saberse lo que se desea hasta verlo en acto porque abre demasiadas
posibilidades que se presentan como amenazas. ¿Cómo saber que no
se tienen ciertos impulsos, homicidas o pederastas por ejemplo, si
sólo podrían reconocerse en el momento mismo en que aparecen?
Resulta una treta a la consciencia reconocerse en esos gestos
que conscientemente se verían como oprobio. Parece inaceptable
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