Page 91 - Antologia Jóvenes Creadores Primer Periodo 2014-2015
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giorgio lavezzaro

nightmare tiene una cualidad nocturna que se pierde en español.
El sufijo mare puede aludir a un espíritu maligno que se monta en
uno mismo y provoca que los sueños vayan mal, o puede ser una
man­ era de nombrar a las yeguas. Nightmare puede ser pesadilla o
yegua nocturna.

    La segunda imagen no aparece en el vocablo español, pero en
la palabra inglesa conviven ambas acepciones y me parecen suge-
rentes. Me interesa preguntar qué es lo que parece aterrador en
una pesadilla. Si todos los elementos que se barajan en la cons-
trucción onírica son, de algún modo, uno mismo, ¿cabría la idea
de que el temor es hacia sí mismo? Creo que la oscuridad que en­
traña una pesadilla no está en la noche, sino en el abismo inexplo-
rado de uno mismo.

    Probablemente resulta angustiante porque en la imagen oscura
habita un potencial que no desea verse. Curioso que este tipo de
sue­ños se pueden clasificar dentro de los trastornos mentales rela-
cionados con el sueño. Se asume que una pesadilla es sinónimo de
“mal sueño” y debería eliminarse. Se olvida que lo que no se elabo-
ra durante la noche, aún como cabalgata nocturna, puede aparecer
en el día. Creo que no existen malos sueños cuando se busca un
mayor conocimiento de sí: todos aportan a la exploración subjeti-
va. Quizá si se mirasen de este modo podría pensarse más en cómo
utilizar la potencia de esa yegua nocturna en favor de uno mismo,
más que tratarla como si fuese el defecto de un ganado equino. Ha­
bría que recordar que los pardos también transportan jinetes y corren
y son mansos, como cualquier caballo. En ese equino nocturno ca­
balga una parte oscura de uno mismo. Abrazar esa parte acaso per­
mita que los espectros se disipen en el día.

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