Page 92 - Antologia Jóvenes Creadores Primer Periodo 2014-2015
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Marina Azahua
La silla
Captar una muerte cuando en efecto está ocurriendo
y embalsamarla para siempre es algo
que sólo pueden hacer las cámaras.
Susan Sontag
Lo que vemos no es una mujer, ni una silla. Ni siquiera una mujer
sentada en una silla. Es un ser de cuatro extremidades: pies enfun-
dados en zapatos de tacón bajo, al frente; patas de madera gruesa, al
fondo. De cierta forma, una centáuride. Las piernas de carne y ma
dera están soldadas una con otra. Resulta imposible distinguirlas.
Por el acomodo de su cuerpo, la mujer es tan silla como la silla. Pero
carne y objeto están ligados por algo más. Su vínculo no emana
exc lusivamente de una postura. Los brazos de la mujer se adhieren
también, irremediablemente, a los brazos del mueble: son una mis
ma entidad cuya fusión se debe no sólo a las correas que atan a los
elementos entre sí. Los aglutina una fuerza cuyo efecto es imposi-
ble detener: corriente eléctrica.
*
Una máscara le cubre ojos, nariz y boca. Su rostro no es rostro; es
visor de buceo, es máscara de oxígeno. Si estos símiles fueran
exactos, la ayudarían a respirar: pero son equívocos. El trozo de
cuero que oculta la cara de la mujer ha sido dispuesto para ocultar
su asfixia. ¿Qué la sofoca realmente? ¿El pánico? ¿La descarga
que paraliza sus pulmones? Una máscara para cubrir la ejecución,
para hacer llevadero el acto de mirarlas. A ellas. A la mujer y a su
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