Page 446 - Antologia FONCA 2017_sp

MANUEL PARRA GARCÍA

–Pero paisita, usté’ es colombiano, esa vaina es de brasilei-
ros, ¿qué no?

–Sí, pero nos sirve para ir calentando el cuerpo pa’ darle a la
cargada.

–Venga paisa, aquí su canción.
–Muchas gracias.
–Y recuerde paisita que todos somos iguales, nadie e má’ que

nadie.
–Pero cuando uno es pobre, a los ricos les estorba.
–Pero el mundo da la vuelta paisita, y de un momento a otro

puede cambiar el destino.
–¿Sómos iguales ante la ley divina?
–Que te lo digo yo...
–Pero dice el príncipe de España que no.
Chorbito: Escuchando la estación me sentía como una cucara-

cha asquerosa queriendo emprender el vuelo; una cucaracha
de esas güeras. Me gustan las moscas y su zigzagueante
vuelo, pero las cucarachas que se van por el lavabo son las
mej­ores. Me sentía un estropajo sucio dañado por el tiempo.
Publiqué algo en el caralibro para salvar un poco la digni-
dad, para sentirme más simpático y chistoso; porque en
ocasiones me gustaba hacerme el chistosito y agradar a la
gente con una sonrisa mientras estaba pensando en otra
cosa, y como tenía mi entrecejo juzgador, el juego de las
miradas se ponía interesante convirtiéndome de inmediato
en un espantapájaros con harapos. Y al ser un espantapája-
ros con entrecejo juzgador me dotaba yo mismo de una ex-
travagancia sin importancia para nadie. Salí a caminar para
que la resaca pasara. Me metí a un bar de irlandeses, y no
es que tenga mucho de irlandés, vamos, mi pasaporte dice
que soy nacido en Ixtlán del Río, Nayarit, y eso por mucho
tiempo me produjo una sensación de inferioridad hasta que
me dijeron que había nacido en Zapopan, Jalisco, en una clí-
nica pública, lo cual, a la distancia, no sé si es bueno o es
una tremenda kitipolles.

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