Page 116 - Antologia FONCA 2017_sp
P. 116

VIVIANA COHEN PARKER

tectónicas estremecían el Zócalo, caviló: “son mías, son mías, él
perdió su oportunidad y ahora sus palabras son mías. Desde aho-
ra yo soy Néstor Barrios”.

    Setenta y cinco segundos después la agitación se detuvo y la
urbe se quedó estática. Un silencio aplastante congeló el tiempo.
Teodoro Varela se avergonzó de sí mismo; de la locura que se ha-
bía apoderado de su cabeza y se recordó escandalosamente que
no le gustaban las mentiras. A pesar de su soledad, que no tenía
amigos ni novia ni padres, no podía fingir que era otra persona.
¿Qué iba a hacer, decirles a todos que era español? ¿Iba a matar al
portero de la corbata de rombos? ¿Y sí Néstor Barrios había pu-
blicado esos escritos en España?

    Volteó a su derecha para ver si su edificio estaba parado. En
aquel momento, un adolescente con cara de niño irrumpió con su
bicicleta en la calle de Argentina y empezó a esparcir un rumor
que pronto se instaló en todos los recovecos de la arteria:

    –Se cayó el Ángel de la Independencia. Se cayó el Ángel de la
Independencia.

    Cientos de personas fueron en fila a ver si era verdad que el
monumento más importante de la ciudad había dejado su colum-
na, quizá porque después del terremoto nadie quería entrar a sus
casas, quizá porque lo que decía el niño de la bicicleta parecía
increíble.

    Teodoro Varela siguió a la multitud que caminaba sobre las
calles hechas polvo, al lado de casas cuarteadas. Pisaron, sin dar-
se cuenta un cartel que decía “abarrotes” que se había caído de la
pared. Esquivaron el agua negra de una tubería que se había roto
y que corría por el piso con cierta docilidad. Pasaron al lado de la
incertidumbre de una mujer, quien al parecer había perdido a su
esposo en uno de los tantos inmuebles caídos.

    Cruzaron el Zócalo. Se oyeron a lo lejos rumores de llantos;
pero Teodoro seguía internado en su dilema y se repitió que no
iba a robarse la personalidad de alguien más, ¿qué clase de hom-
bres hacen eso?, ¿qué clase de hombres hacen eso y se salen con
la suya?

    Llegaron al Palacio de Bellas Artes, que en la oscuridad se
veía tan temible como el castillo de Usher. No había Luna. Tres

                                                                                            117
   111   112   113   114   115   116   117   118   119   120   121