Page 49 - Antologia Jóvenes Creadores Primer Periodo 2014-2015
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néstor robles
La señora Ruiz salió rato después, cuando la ambulancia llegó.
—¿Qué pasó, Monchito?, ya se tardaron.
—¡Ay, doña Ruiz!, ¡no sabe la tragedia que ha sucedido!
—¿Qué le pasó a mi espejo, pinche Moncho?, ¿qué pendejada
hiciste esta vez?
—Yo ninguna, doña Ruiz, el pobre del Wally, que se resbaló.
—No me jodas, Moncho, no me jodas, ¿y el espejo? ¿Cómo
qued ó mi espejo?
—Roto, doña Ruiz, bien roto… como la cabeza del Walter.
—Ese espejo era muy importante para mí. Tenía un valor sen-
timental. Había pasado de generación en generación en la familia.
Estás despedido, Moncho… despedido y maldito. ¡Qué bueno que
se adelantó el Walter! Mejor para él. En cambio tú… No, Moncho,
tú no tienes remedio. Antes de irte, limpia por favor este desmadrito
que hicieron.
—Sí, señora, por supuesto. Usted disculpe.
—¿Sí sabes qué hacer, verdad?
—¿A qué se refiere?
—Pues a cómo limpiar el espejo, por supuesto.
—Pues sí: lo levanto… con un recogedor… y lo tiro a la basu-
ra, ¿no?
—Ándale, pequeño genio, hazlo así y vas a ver que de verdad
no tendrás remedio.
—¿De qué otra forma quiere que lo recoja?
—De la única forma en que se debe desechar un espejo que has
roto, hijo: machácalo bien, hazlo polvo, que no quede ningún peda-
zo que refleje nada. Guárdalo en una bolsa negra. Entiérralo en un
lugar lejos, desconocido por ti, al que no pienses volver jamás.
—No sabía que fuera tan supersticiosa, doña Ruiz. ¿No le pa-
rece un poco exagerado?
—Exagerada fue tu reacción, Monchito.
Me quedé callado, doña Ruiz me tenía en sus garras. Había vis
to lo que había hecho, sin embargo, no parecía molesta ni mucho
menos. No había ganas de delatarme. Sonreía todo el momento, son
reía la bruja, mientras se retiraba a su departamento.
Eran muchos trozos que tenía que recoger. La teoría de desha-
cerse del espejo sonaba descabellada. Me sé algunos mitos al res-
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