Page 174 - Antologia FONCA 2017_sp
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GABRIEL VELÁZQUEZ TOLEDO
naza de dejarme solo. Golpeo el volante y maldigo mi suerte.
Subo las ventanas y ni siquiera me molesto en poner el seguro.
Guardo el paquete de cervezas dentro de la mochila junto a la
cámara y mando todo al carajo. Empiezo a andar en la oscuridad
que se asienta por las copas de los árboles que debieron ser podadas
hace mucho. La luna creciente apenas ilumina las deformadas ban-
quetas que no pueden resistirse a la fuerza de los árboles que recla-
man su derecho de piso. La brizna comienza de nuevo.
***
Las llaves tratando de abrir la cerradura despiertan a Ramiro, que
me dirige una sonrisa deforme, producto de la inhalación de los
solventes que se guardan en la bodega, donde duerme mientras
nadie lo ve.
–No le vaya a decir a don Rómulo que me agarró dormido
porque me corre –dice terminando de abrir la puerta.
–Ya te dije que se te va a hacer chiquito el cerebro –le digo se-
ñalando la punta descolorida de la cobija que se lleva a la nariz.
–Pues regáleme una de esas –señala la lata que tengo en la
mano.
–Te doy una si no haces ruido con tu pinche música.
–Soy una tumba.
Agarra la lata y se vuelve al almacén arrastrando sus trapos.
Mientras subo las escaleras, escucho el retumbar de trompetas
desafinadas que anteceden un himno a la soledad que no puedo
agradecer. Por lo menos cambió de cinta.
Tomo la máquina de escribir despachando otra cerveza. Me
debato entre redactar la noticia como una simple nota roja o como
un misterio sin resolver. El asesino del puente. Sus víctimas apa-
recen en los acantilados del río Grijalva ¿Por qué cambiaría de
estilo? Hasta ahora ha aniquilado a seis, pero son exclusivamente
trabajadoras de los bares de la rivera. El motel está muy lejos de
su zona de acción.
Me encierro en el cuarto oscuro a revelar las fotografías. Las
imágenes que empiezan a mostrarse son perturbadoras, demasia-
dos acercamientos. Paso un par de horas tratando de resolver un
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