Page 151 - Antologia FONCA 2017_sp
P. 151
NOVELA
si nadie llegaba, me iría luego al Missouri. Leí algunas páginas
de las revistas de espectáculos que ofrecían junto a la entrada y,
en medio del trance en el que me sumieron las imágenes mal en-
focadas de Bianca Nayeli con Camilo Velarde retozando y “lu-
ciendo cuerpazos” en Acapulco, y la cobertura de una comida
familiar de una dinastía de actores capitalinos venidos a menos,
sentí una mano en el hombro, acompañada de una voz meliflua
que dijo “disculpe”. Al hombrecito le vi rasgos de caricatura o ta-
lento de relleno, escenografía, pasajero de la Televisora Local:
vestía un saco negro engrandecido y de corte cruzado, gafas os-
curas y un también holgado sombrero cordobés del que caía una
cabellera hasta los hombros. Con el índice me señaló uno de los
bancos junto a la ventana. Se adelantó.
Ya sentados, mantuvimos la mirada unos segundos. Esperé a
que él tomara la iniciativa.
Señor C, “ocupamos” que liquide a un hombre, ¿sí?
¿Liquidar?
Sin reparar en la sorna de mi respuesta, asintió y repitió la pa-
labra liquidar. Luego de escuchar la proposición por segunda vez
intenté asimilar la situación. Fallé en contener una nueva sonrisa
por la repetición de la palabra aunque, sobrecogido por la entere-
za del hombrecito, recuperé el semblante. Seguí el juego. Obedecí
a la dinámica impuesta por las películas para este tipo de encuen-
tros y le pregunté si me había buscado por su cuenta o si sólo se-
guía órdenes, por aquello del ocupamos, expliqué. El Contratante
mantuvo la boca cerrada.
¿Qué hizo esta persona? Si me lo voy a chingar, al menos qui-
siera saber si existe un motivo.
Silencio.
A un matón no le importan los motivos –ahora él habló con
sorna.
¿Cuánto me van a pagar? –había entrado en calor y me sentía
parte de la ficción–. ¿Quiere que lo aniquile de alguna forma en
especial? ¿Un tiro? ¿Con las manos enguantadas sobre el cuello?
¿Un machetazo entre los ojos? ¿Que parezca un accidente? ¿Lo
“entambamos”? Usted dirá.
152