Page 62 - Antologia FONCA 2017_sp
P. 62

ALDO ROSALES VELÁZQUEZ

depende quién lo mire. A veces se heredan. Alan J. Cassidy fue,
toda su vida, un obrero que no conoció el sol más que en los ca-
lendarios o en los anuncios de la calle: entraba a trabajar antes de
que amaneciera y salía rumbo al gimnasio cuando ya las farolas
estaban vivas. Comía poco, lo indispensable, para dejar el resto a
su esposa y a su hijo, quienes, ni así, llegaron a conocer lo que es
estar satisfecho y no poder probar un bocado más.

    Los que pelearon contra él recuerdan que Alan J. Cassidy
jamás tocó la lona con los guantes. “Era como si comiera bo-
cadillos de atún y salami”, relató una vez Mordecai Stuart, un
boxeador que tuvo la fortuna –o infortunio– de pelear contra
Cassidy padre, cuando le preguntaron sobre la tolerancia de éste a
los golpes. Entonces, como por herencia, como si no hubiera otra
opción, Robert Cassidy –nombrado Robert por su abuelo mater-
no– aprendió que ser duro no es una forma de vida: es la vida. Él,
al igual que su padre, nunca tocó la lona con los guantes.

    Apago la grabadora. Carrera toma el tarro entre las manos y
lo gira, busca la orilla más salada en esa playa de cristal para
arrojarse a la cerveza de barril.

    –Y si hubieras sabido cómo iba a terminar todo, ¿lo hubieras
hecho?

    Duda por un instante, ahoga una respuesta entre los labios,
como si apagara la colilla de un cigarro en un vaso con refresco
de cola.

    –No sé –contesta con sinceridad.
    Los oficinistas, de quienes me había olvidado, se levantan de
forma ruidosa, tal como llegaron, y comienzan a irse. Salen en
fila, como si el orden los hubiera seguido desde la oficina. Todos
visten de negro con corbatín gris. Me recuerdan al video que se
difundió por las noticias, ése que mostraba el ataúd sencillo, an-
guloso, alrededor del cual figuras del boxeo, Alan J. Cassidy tam-
bién, por supuesto, montaron guardia aquel 16 de noviembre de
1991. Curioso movimiento del destino: el mismo día de la pelea
fue el día del funeral.
    Nada permanece inconcluso, todo círculo se cierra, cada sonido
tiene un eco. Aunque fue un accidente de auto, aunque en la autop-
sia se reveló que había altísimos niveles de alcohol en la sangre de

                                                                                             63
   57   58   59   60   61   62   63   64   65   66   67